Algunos profesores de Música en los Centros Educativos se quejan de que los alumnos (especialmente los adolescentes) se muestran poco interesados por la Música Clásica. Al parecer, sólo les llama la atención una pieza musical cuando pueden asociarla a una película, a una escena, a una historia.
He estado pensando acerca de este tema y tengo una idea que podría ayudar a resolver este problema.
Lo primero de todo es una reflexión: si los alumnos se interesan de forma espontánea por la música a partir de sus propias experiencias, ¿por qué no aprovechar este impulso? Una vez "enganchada" su atención, no resultaría complicado canalizarla hacia piezas desconocidas para ellos; pero para conseguirlo es necesario captar su interés en el campo que surja de forma más natural dentro de ellos.
Así pues, he ideado el siguiente procedimiento que podría ser aplicado en cualquier aula. Únicamente se requiere disponer de unos altavoces, un reproductor mp3 (o un ordenador con entrada de USB) y que todos los alumnos dispongan de al menos un instrumento musical (la clásica flauta dulce servirá perfectamente). Y, por supuesto, un profesor implicado en la tarea y que tenga unos mínimos conocimientos de Google.
1º) Se les pide a los alumnos que traigan escrito, para la siguiente clase, el nombre, autor y referencia de su canción favorita... Ésta puede ser de cualquier tipo, estilo y época; puede ser el tema principal de una película, un hit popular o cualquier melodía que se les ocurra. El profesor pedirá que, de ser posible, se pongan de acuerdo entre ellos para reducir las propuestas a un número limitado de opciones (fomentando que se propongan canciones que puedan ser conocidas por todos). Se requerirá, asimismo, que los alumnos comprueben si es posible obtener gratuitamente la partitura de la canción buscándola en internet: ése será el requisito indispensable para poder realizar la propuesta (a menos que el profesor sea un máquina capaz de sacar cualquier canción de oído).
2º) Al día siguiente se convoca una votación, entre los alumnos, para escoger una única canción de entre todas. El profesor pondrá (con fines educativos, para evitar el enfado de la SGAE xD) fragmentos de las diversas canciones para que los alumnos las escuchen y las reconozcan. Asimismo, recogerá las partituras de canciones que hayan traído los alumnos - en especial la más votada de entre ellas (o se dispondrá a buscarla él mismo, si es preciso) y se asegurará de recordar a los alumnos que traigan sus instrumentos para la siguiente clase.
3º) El profesor explicará a los alumnos el procedimiento a seguir: se distribuirá una versión simplificada de la partitura, escogiendo las partes melódicas más sencillas y representativas, y se guiará a los alumnos a través del proceso de lectura e interpretación musical de la pieza. De ser posible, se "troceará" la pieza en varios fragmentos (separando incluso varias voces) y se les encomendará a grupos de alumnos que se aprendan en casa la parte que les toque para ir ensayándola en clase.
El objetivo es poder interpretar esa canción, y algunas más (según el tiempo disponible) en un acto al que acudirán los demás alumnos y sus familiares. Al ser piezas conocidas, el éxito estará garantizado.
Y una vez que este sistema haya sido puesto en práctica con éxito, se propondrá a los alumnos continuar su aprendizaje de la interpretación con otras piezas, menos conocidas pero con mayor "valor artístico".
La ventaja de este sistema es que los alumnos pueden comenzar a interpretar, desde el primer día, con plena focalización de sus capacidades. ¡Seguro que eso se acaba notando! :) Y tiene el beneficio añadido de que los alumnos trabajarán en grupo, fomentándose las habilidades de búsqueda de información y de consenso (incluso en temas tan subjetivos como la apreciación artística).
La principal desventaja es que no va a ser posible encontrar la partitura de todas las canciones propuestas. Ahí es donde entra la pericia musical del profesor - pero hay una opción más a la que acudir: obtener, de la forma que sea posible, varios instrumentos (mejor si son teclados) y transcribir, in situ, la pieza en colaboración con toda la clase.
La revedere!! ^__^
He estado pensando acerca de este tema y tengo una idea que podría ayudar a resolver este problema.
Lo primero de todo es una reflexión: si los alumnos se interesan de forma espontánea por la música a partir de sus propias experiencias, ¿por qué no aprovechar este impulso? Una vez "enganchada" su atención, no resultaría complicado canalizarla hacia piezas desconocidas para ellos; pero para conseguirlo es necesario captar su interés en el campo que surja de forma más natural dentro de ellos.
Así pues, he ideado el siguiente procedimiento que podría ser aplicado en cualquier aula. Únicamente se requiere disponer de unos altavoces, un reproductor mp3 (o un ordenador con entrada de USB) y que todos los alumnos dispongan de al menos un instrumento musical (la clásica flauta dulce servirá perfectamente). Y, por supuesto, un profesor implicado en la tarea y que tenga unos mínimos conocimientos de Google.
1º) Se les pide a los alumnos que traigan escrito, para la siguiente clase, el nombre, autor y referencia de su canción favorita... Ésta puede ser de cualquier tipo, estilo y época; puede ser el tema principal de una película, un hit popular o cualquier melodía que se les ocurra. El profesor pedirá que, de ser posible, se pongan de acuerdo entre ellos para reducir las propuestas a un número limitado de opciones (fomentando que se propongan canciones que puedan ser conocidas por todos). Se requerirá, asimismo, que los alumnos comprueben si es posible obtener gratuitamente la partitura de la canción buscándola en internet: ése será el requisito indispensable para poder realizar la propuesta (a menos que el profesor sea un máquina capaz de sacar cualquier canción de oído).
2º) Al día siguiente se convoca una votación, entre los alumnos, para escoger una única canción de entre todas. El profesor pondrá (con fines educativos, para evitar el enfado de la SGAE xD) fragmentos de las diversas canciones para que los alumnos las escuchen y las reconozcan. Asimismo, recogerá las partituras de canciones que hayan traído los alumnos - en especial la más votada de entre ellas (o se dispondrá a buscarla él mismo, si es preciso) y se asegurará de recordar a los alumnos que traigan sus instrumentos para la siguiente clase.
3º) El profesor explicará a los alumnos el procedimiento a seguir: se distribuirá una versión simplificada de la partitura, escogiendo las partes melódicas más sencillas y representativas, y se guiará a los alumnos a través del proceso de lectura e interpretación musical de la pieza. De ser posible, se "troceará" la pieza en varios fragmentos (separando incluso varias voces) y se les encomendará a grupos de alumnos que se aprendan en casa la parte que les toque para ir ensayándola en clase.
El objetivo es poder interpretar esa canción, y algunas más (según el tiempo disponible) en un acto al que acudirán los demás alumnos y sus familiares. Al ser piezas conocidas, el éxito estará garantizado.
Y una vez que este sistema haya sido puesto en práctica con éxito, se propondrá a los alumnos continuar su aprendizaje de la interpretación con otras piezas, menos conocidas pero con mayor "valor artístico".
La ventaja de este sistema es que los alumnos pueden comenzar a interpretar, desde el primer día, con plena focalización de sus capacidades. ¡Seguro que eso se acaba notando! :) Y tiene el beneficio añadido de que los alumnos trabajarán en grupo, fomentándose las habilidades de búsqueda de información y de consenso (incluso en temas tan subjetivos como la apreciación artística).
La principal desventaja es que no va a ser posible encontrar la partitura de todas las canciones propuestas. Ahí es donde entra la pericia musical del profesor - pero hay una opción más a la que acudir: obtener, de la forma que sea posible, varios instrumentos (mejor si son teclados) y transcribir, in situ, la pieza en colaboración con toda la clase.
La revedere!! ^__^